viernes, 10 de enero de 2014

Microorganismos patógenos indicadores

Como ya hemos dicho antes, los microorganismos patógenos se han especializado en vivir dentro de nuestros cuerpos. Esto hace que, de encontrarnos con un microorganismo patógeno, podamos saber de dónde proviene. A esto es a lo que denominamos Microorganismos Patógenos Indicadores. El microorganismo más utilizado por sus características es la bacteria Escherichia coli.
Escherichia coli
¿Dónde se la encuentra?
E. coli es un microorganismo típico del tracto digestivo de mamíferos grandes (caballos, vacas y el hombre). Esta bacteria vive en el intestino grueso y se alimenta de todos los desechos orgánicos que el estómago no pueda asimilar. Al alimentarse de estos desechos, la bacteria es capaz de producir vitaminas y aminoácidos que el organismo hospedador es incapaz de producir (Simbiosis Mutualista). En este caso la bacteria resulta beneficiosa para el organismo, aunque no siempre sucede de la misma manera.
¿Cómo vive?
E. coli es un microorganismo especializado a la vida dentro del cuerpo de su hospedador. Su principal requerimiento es una temperatura de 37 ºC. Asimismo esta bacteria precisa de grandes concentraciones de materia orgánica.
¿Cómo se elimina del cuerpo?
Cuando la población intestinal de E. coli aumenta demasiado, los excesos son eliminados por la materia fecal. En casos de invasión grave puede suceder que E. coli llegue al estomago y en este caso es eliminada también por regurgitación.
¿Sobreviviríamos sin ella?
No. Vivir con esta bacteria nos otorga grandes beneficios que no podemos obtener de manera autónoma como ser una gran cantidad de vitaminas y aminoácidos y la posibilidad de utilizar fuentes de nutrientes que somos incapaces de degradar por nuestra cuenta.
¿Por qué es peligrosa?
En realidad existen muchas cepas de E. coli. Una cepa es una variedad dentro de una misma especie. La palabra cepa se utiliza principalmente en microbiiología, mientras que en botánica se usa la palabra “variedad” (como en el caso de la acelga Beta vulgaris variedad cicla, que es pariente de la remolacha Beta vulgaris) mientras que en la zoología se usa la palabra “subespecie” (como en el caso del perro Canis lupus subespecie familiaris, que es una subespecie del lobo Canis lupus). En el caso de E. coli existe una cepa en particular (O157:H7), que posee una composición de membrana (endotoxina tipo lipopolisacárido) que es reconocida por nuestro sistema inmunológico. Otra cepa denominada E. coli enterohemorrágica (ECEH) produce la enfermedad conocida como Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). Esta cepa, al anclarse al tubo digestivo, produce una exotoxina que destruye las células del epitelio intestinal generando hemorragias internas. Si las toxinas entran al sistema sanguíneo, pueden generar destrucción masiva de tejidos.
¿Cómo puede afectarnos?
La mala higiene es el principal riesgo para el contagio de cepas agresivas de E. coli. Los alimentos cárnicos suelen ser los más riesgosos debido a que las carnicerías no cumplen con las condiciones de higiene mínimas (lavar tablas y utensilios con agua-lavandina). Asimismo, en el hogar también se debe tener cuidado al manipular carnes. Las verduras sirven como transporte para la bacteria. Por eso las carnes deben separarse de los vegetales. Los alimentos líquidos también son de riesgo, pero solo si no se encuentran propiamente pasteurizados.
El contagio en la naturaleza

 A pesar de que es raro, el contagio en la naturaleza puede producirse. Los casos más típicos son beber agua de arroyos de montaña que pueden estar contaminados corriente arriba y bañarse en balnearios públicos contaminados con aguas que contengan materia fecal o estén en contacto con líquidos intestinales de animales (ej. Bahía Serena, contaminada por el arroyo de desagüe del mallín del casco).

No hay comentarios:

Publicar un comentario