Narrativas transmediáticas y la educación

Narrativas transmediáticas y la educación

Reflexión para el curso “La Web 2.0”

            Internet es un entorno donde todos los formatos posibles se unifican para dar mayor acceso a la información. Si uno pone en el buscador una palabra no sólo aparecen páginas relacionadas, sino que aparecen también imágenes, videos y audios. Internet ofrece una gran variedad de opciones relacionadas que faciliten la llegada de la información. Y al mismo tiempo nos permite, como espectadores activos, participar y aportar.

            Podemos citar el ejemplo de Wikipedia. Esta enciclopedia de internet surgió hace pocos años atrás y su motor de creación fue la posibilidad de establecer una enciclopedia abierta al público, donde uno tuviese la posibilidad de buscar información, pero también de participar y aportar, siendo moderado por pares. Pero Wikipedia no presenta un texto plano. Presenta imágenes que han sido extraídas de otros dominios de la misma red. Posee audio que pueda ser útil para la información que se detalla. Posee hipervínculos que refieren a otros artículos con más información. Esto implica que, cuando uno ingresa a Wikipedia ingresa a un mundo de plataformas de información.

            Algo similar ocurre con los blogg. Cualquier persona puede hacer un blogg y volcar en él opinión e información. No hay restricciones. Y puede vincular su información para que esta sea más fidedigna. Con lo cual puede generar un sinfín de redes de información. Gracias a esto, las personas interesadas solo deben empezar a “saltar” por los link que aparecen en cada página y, así, profundizar en la información.

            Pero esto tiene un “doble filo”. ¿Qué tan fidedigna es la información que figura en internet? ¿Cuánto podemos confiar? El hecho de que una página con información guíe a otra con la misma información, ¿implica que la información sea más confiable? Aquí es donde podemos comenzar a pensar la aplicación de las narrativas transmediáticas en la educación.

            Personalmente, veo al docente del futuro, al que lidie continuamente con la tecnología dentro del aula, como una especie de “guía espiritual”, una persona que ayude a los alumnos a articular la información para que esta sea útil en el proceso de aprendizaje. Que ayude a los alumnos, a través del conocimiento, a formar una visión crítica propia sobre la información disponible en todo tipo de medios de internet. Y también que funcione como nexo en la interacción de los alumnos con el resto del mundo. Hoy un chico que tiene Facebook puede compartir todo tipo de información (personal y académica) con cualquier persona. Pero esto es de manera disgregada. ¿Cuál es la posibilidad de que un chico de Ushuaia se conecte con uno de Jujuy para intercambiar experiencias educativas? Y en este caso, ¿cuál podría ser el rol del docente para que esto suceda?

            Hace un tiempo atrás les planteé a mis alumnos de 5° año si querían hacer un video respecto a alguno de sus trabajos en la materia para luego compartirlo en una red con otras escuelas. No es tarea fácil, tanto para los alumnos como para los profesores. Pero hoy por hoy no podríamos decir que es imposible. ¿Sería posible compartir distintos formatos de información? Después de todo internet surgió como una forma para que los científicos del mundo pudiesen compartir y cotejar su información con colegas del resto del mundo. La idea sigue en el aire.

Dr. Gabriel Russo

Biólogo